QUIEN ME HABITA
Car Je «est» un autre.
Rimbaud
¡ Qué extraño es verme aquí sentado,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar,
y oír como una lejana catarata que la vida se de-
rrumba,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar !
¡ Qué extraño es verme aquí sentado !
¡ Qué extraño verme corno una planta que respira,
y sentir en el pecho un pájaro encerrado,
y un denso empuje que se abre paso difícilmente
por mis venas !
¡ Qué extraño es verme aquí sentado,
y agarrarme una mano con la otra,
y tocarme, y sonreír, y decir en voz alta
mi propio nombre tan falto de sentido !
¡ Oh, qué extraño, qué horriblemente extraño!
La sorpresa hace mudo mi espanto.
Hay un desconocido que me habita
y habla como si no fuera yo mismo.
Gabriel Celaya
0 comentarios