Desde mi calle
Como una procesión de fantasmas
El tumulto de la calle circula ante mi ventana
En este borde de afiladas avenidas ocurre la ciudad
Allí marcha-en su repliegue usual- la multitud
La manía del hollín y el bullicio de los autos
La rutina de brazos que dice levantar el horizonte
El overol que se abochorna del hidrocarburo
Las botas justicieras manchadas por la sangre
Los niños retozones que apedrean a los árboles
Las damas vetustas de parasoles místicos
Los puños tejidos de los errabundos
El monólogo nube del loco
Desde mi calle de facciones embrujadas
Veo el rictus del ladrillo y la rotura del mortero
El éxtasis furtivo de la apócrifa metrópoli.
Alejandro Valle Cantor
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